“Cuando ayunas, no te veas sombrío como lo hacen los hipócritas, porque ellos desfiguran sus rostros para mostrar a los demás que están ayunando. De verdad te lo digo, ellos han recibido su recompensa en su totalidad. Pero cuando ayunas, pon aceite en tu cabeza y lava tu rostro, para que no sea obvio para otros que estás ayunando, sino sólo para tu Padre, quien no puede ser visto; y tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará.”

- Mateo 6:16 - 18

Yo no crecí celebrando la Cuaresma y era desconocida para mí. Cuando finalmente practiqué la Cuaresma por primera vez, lo usé como una oportunidad para pasar tiempo con un devocional de 40 días y para romper un mal hábito con la cafeína. Admitiré que la primera vez no estaba completamente consciente del impacto y significado detrás de la Cuaresma. Con cada año que practico y me comprometo a mi mismo con ella, mi entendimiento aumenta y comienzo por no enfocarme en qué alimento o hábito deseo eliminar de mi vida sino en intentar y comprender para qué es la Cuaresma realmente.

La Cuaresma es un tiempo para el cual reflexionamos, practicamos la autodisciplina, y nos preparamos como Cristianos para celebrar y recordar el significado de la Pascua y la resurrección. Es un tiempo para afligirse, refrescarse, y renovarse mientras nos comprometemos a dejar ir nuestras costumbres y hábitos pecadores.

El acto de ayunar y abstenerse de un hábito o una indulgencia es para darnos una oportunidad de dedicar tiempo, energía, y atención para nuestra relación con Cristo. De una manera pequeña pero significativa, nos permite experimentar los 40 días y 40 noches cuando Jesús estuvo en el desierto, ayunando y siendo tentado. Nos recuerda el mantenernos firmes y aferrarnos fuertemente a nuestra fe incluso al enfrentar los desafíos y la tentación.

La Cuaresma es algo que hacemos silenciosamente como un tiempo personal tranquilo con Dios. Es para pasarlo en oración, practicando la moderación y la diligencia, y en dar y hacer el trabajo de Dios. El pasaje citado nos recuerda el no permitir que el acto del ayuno sea un espectáculo. No estamos practicando la Cuaresma para que el mundo lo vea ni para que sea usada para mejorar nuestra imagen. En su lugar, es un tiempo importante para dirigir nuestra atención hacia Dios y permitir que el espíritu nos rejuvenezca.

Reflexión: ¿Qué significa para usted el practicar la Cuaresma? ¿Qué le está pidiendo Dios que haga o de que se abstenga por 40 días durante este periodo de ayuno?

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Conforme explora la música de alabanza en nuestros varios canales de música Cristiana, considere leer el estudio devocional de esta semana para ayudar a profundizar su fe. El Miércoles de Ceniza, veremos el significado de la Cuaresma y lo animaremos a usar este tiempo para la oración y reflexión mientras considera formas de ayuno durante los próximos 40 días.