Él le dijo, “Hija, tu fe te ha sanado. Ve en paz y sé libre de tu sufrimiento.”

- Marcos 5:34

Dios sana nuestras heridas físicas, agobios mentales, y agitaciones emocionales. Ya sea sufrir de una enfermedad, una lesión, desafíos de salud mental, estrés, un corazón roto o tristeza, podemos recibir fuerza y consuelo a través de nuestra fe.

Las narraciones de los evangelios tienen numerosos relatos de Jesús sanando a los enfermos, los poseídos, aquellos con discapacidades, y más. A lo largo de toda la biblia, también ha habido muchas historias donde los personajes bíblicos acuden a Dios durante tiempos de problemas, sufrimiento, y dolor. Dios realiza milagros, o provee sabiduría y consuelo a aquellos afligidos con los desafíos de la vida.

Aunque Dios no siempre responde a las oraciones de la manera en la pensamos, podemos confiar en que Él está ahí para nosotros y en que Él nos ama. Sanar es posible a través de nuestra fe. No siempre sucede de la forma que esperamos.

La historia de la mujer que sangraba en los evangelios en un perfecto recordatorio, sin embargo, de que la fe es un aspecto importante de la sanación. En esta narrativa, una mujer cree en Jesús y toca su ropa con la esperanza de que sería curada. Jesús sintió que Su poder lo dejaba. La mujer es sanada. Él afirma que es su fe lo que la ha salvado y ahora puede tener paz del sufrimiento.

Reflexión: ¿Dónde en su vida requiere sanación? Ore para que Dios le de fuerza y le dé sanación en su vida.

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Invite a Dios a darle consuelo y sanación en áreas de su vida donde es requerido. Aprenda en el devocional de hoy cómo la fe puede jugar un papel. También, disfrute la música de alabanza a través de nuestros varios canales de música Cristiana, los cuales incluyen himnos, canciones góspel, música contemporánea de alabanza y música instrumental.