Si el Espíritu nos da vida, andemos guiados por el Espíritu.

- Gálatas 5:25

Sabiendo que el Espíritu vive en nosotros, ¿su manera de vivir está en consonancia con espíritu?

Muy frecuentemente, hay momentos cuando siento que sin importar cuánto trato de vivir para seguir a Jesús, no lo logro. Cómo pienso o cómo vivo, o simplemente no logro ser de la manera que pienso que Dios espera que yo sea. Aunque no dejo de intentarlo y de tener como objetivo cumplir el estándar, sé que nunca será suficiente. Donde hay pecado y tentación necesito que la gracia de Dios me rescate y me traiga al lugar y al estándar de dónde necesito estar. A pesar de la misericordia de Dios y su amor al ayudarme, aún siempre tengo que mantenerme a mí mismo bajo control y preguntarme si estoy siguiendo o no al Espíritu. Después de todo, mi cuerpo o uno mismo son el templo para el Espíritu, entonces cuando actúo en contraste con la bondad y la piedad de Cristo, estoy creando un conflicto que funciona en contra del Espíritu que está dentro de mí.

Recientemente, tuve la oportunidad de participar en kayak con otra persona. Ambos éramos nuevos, yo estaba sentado en la parte de atrás y mi trabajo era ayudar a timonear, y también remar. La persona sentada enfrente de mí sólo tenía que remar. Rápidamente aprendí que aunque tenía la habilidad de timonear con mis pies, es difícil lograr algún resultado significativo si la persona de enfrente no está remando en coordinación con la forma en que yo remo y timoneo. Si no trabajáramos bien juntos, terminamos timoneando hacia las rocas o hacia otros kayaks, o nos toma largo tiempo zigzaguear hacia donde necesitamos ir. Sin embargo, cuando trabajamos juntos y nos comunicamos bien, el producto de nuestras acciones en coordinación significó que pudimos eficientemente dirigirnos a donde necesitábamos ir eficientemente y sin problemas.

Me imagino que el espíritu opera de la misma manera. El espíritu está esperando para timonearnos al lugar correcto, y para guiarnos a los frutos del espíritu: amor, alegría, paz, paciencia, bondad, generosidad, fidelidad, afabilidad, autocontrol. Pero si no estamos escuchando las instrucciones de Dios y no estamos en sintonía con el Espíritu, entonces podemos chocar con obstáculos, ser volcados, o descubrir que nos toma mucho más tiempo llegar a donde necesitamos ir.

Sin embargo, si podemos mantenernos siguiendo el Espíritu, imagine cuanto más lejos podemos ir y cuanto más tranquila sería nuestra travesía.

Reflexión: ¿Qué hace usted que ayuda u obstaculiza su habilidad para seguir al Espíritu que vive dentro de usted?

~

Discutamos el tema de mantenerse siguiendo al Espíritu en el devocional de esta semana. Usted puede encontrar blogs semanales junto con música tradicional contemporánea en Christian Calm Radio.